Las palabras curan

Madres e hijas, ¡temazo!

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El otro día fui a ver la película Lady Bird. La verdad es que no sabía nada de su argumento, sólo que la crítica la dejaba bien y que había ganado algún Óscar, pero nada más. Como a nadie le iba bien acompañarme, me fui sola al cine.

No noté el efecto de la película en mi, casi hasta el final. Entonces me di cuenta de que su sencillez, su narrativa simple y sin artificios, su naturalidad y autenticidad, habían calado en mi y es que la historia que nos cuenta la directora bajo su mirada y la frescura de sus actrices protagonistas, nos presenta varios de los grandes temas por los que atravesamos las personas en nuestro devenir hacia la madurez.

La relación con la madre, el rechazo a los orígenes, la desvalorización de lo que tenemos, las decepciones dolorosas, la negación de quienes somos, el esfuerzo por dar lo que creemos que es mejor (educación, formación, etc.)

De muchos de los temas que muestra la directora Greta Gerwig, parece ser por lo que leo de la biografía de Gerwig es que debe tener tintes autobiográficos. Me gustó mucho cómo muestra la típica relación madre-hija en la que unas se quejan de que siempre se les critica todo y las otras responden que lo hacen por su bien. Y es que en muchos casos es así.

A veces la televisión o las películas nos muestran casos extremos que nos llevan a sentir que no estamos tan mal con nuestros conflictos cotidianos en relación a nuestros hijos. Sin embargo, esta película, refleja sin necesidad de recurrir al drama, ya que ni madre ni hija tienen una reacción desmesurada, lo que ocurre: y es que no sabemos decirnos las cosas, no sabemos comunicarnos bien. Nos ocurre a todos.

Las madres solemos trasladar a nuestras hijas una idea sesgada de la vida a través de nuestras propias experiencias, queremos que acepten, que no se ilusionen para no decepcionarse, que sean realistas, que se dejen de tonterías, que dejen de soñar. Sin embargo, las hijas necesitan soñar y volar para ser, para ser ellas mismas y no una versión 3.0 de sus madres agotadas, frustradas, resentidas y asustadas.

Cuidado con esto. Si lo que nos preocupa lo podemos expresar de forma constructiva y podemos hablar de nuestros miedos con calma, podremos comunicarnos mejor con nuestras hijas. Ellas sólo necesitan que las escuchemos y que las apoyemos con nuestra experiencia. No les cortemos las alas a las lady birds.

admin_salomeMadres e hijas, ¡temazo!

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  • Nuria - 12 abril, 2018 reply

    No me habia dado cuenta de lo complicado que es comunicarse hasta que tuve a mis hijos y empezaron a llegar a la adolescencia… Vi la pelicula con mi hijo mayor (18) y nos cautivo, estuvimos un buen rato despues de salir del cine dándole vueltas.
    Gracias por tu reflexion 😉😘

    admin_salome - 12 abril, 2018 reply

    Si, a mí también me cautivó. La recomiendo porque me gustó mucho la manera de plantear un tema tan cotidiano huyendo del drama. Fuiste al cine con tu hijo, !parece que os entendéis bien!!Mme alegro que diera para charlar un rato. ¡Un abrazo grande!

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