Desde hace un tiempo escucho a muchas personas quejarse de la Navidad. Que si es una pesadez y un rollo, que si es una tradición religiosa que está obsoleta, que si es un tiempo de brutal consumismo salvaje, que si es un acto de hipocresía familiar, entre muchas otras argumentaciones negativas. Realmente conozco a muy pocas personas que disfruten y tengan especial ilusión por estos días.

La palabra clave que quiero destacar este año es ilusión. Por supuesto los niños nos contagian su ilusión por este tiempo de regalos, reuniones familiares y comilonas. Y es que eso es lo que quiero rescatar: un poquito de esta ilusión.

Ayer hablaba con una amiga mientras paseábamos al lado del mar y me dijo que a pesar de que en su familia se había decidido hacer únicamente regalos a lo niños, finalmente acordaron que los adultos también tendrían un detalle. Y es exactamente eso. Abrir un regalito, aunque seamos mayores, adultos serios y responsables, nos hace ilusión. No son necesarios grandes dispendios ni mega super regalos. El hecho de desenvolver un paquetito nos conecta con la ilusión de la sorpresa que hay bajo el envoltorio. Me pareció que lo que van a hacer en la familia de mi amiga, resume muy bien la idea que me ronda esta Navidad.

Lamentablemente algunos temas de la actualidad también pueden estar planeando para estallar en las veladas familiares. Deseo y espero que hablemos y hablemos de todo. Desde la diferencia, con respeto y escucha. No hay ningún problema si nuestra actitud es respetuosa y afectuosa hacia el otro. Sea mi cuñado, mi hermano, mi padre incluso mi hijo. Y si al afecto le sumamos algo de ilusión, este año las navidades pueden ser diferentes, buenas, especiales y maravillosas.

No soy ninguna ilusa y sé que son días difíciles para muchos. La soledad, la enfermedad, la lejanía, la pobreza, etc., no favorecen ni la ilusión ni la concordia. Pero también sé que cuando lo verdaderamente importante está en juego, no hay discusión, hay unión.

Depende de ti, depende de mí.

¡Feliz navidad a todos! Y recordad que las palabras curan, así que hablémonos con cariño.