¿Estamos ante una crisis o es el fin de la relación?
¿Quién no ha oído nunca decir la frase “tienen problemas de pareja”, en relación con unos amigos o conocidos? Del mismo modo, todos hemos atravesado situaciones de crisis en nuestras relaciones sentimentales.
Si pensamos que al hablar de pareja estamos hablando de un nosotros que se construye a partir de un tú y un yo, es decir, dos individuos, dos mundos, nos damos cuenta de la magnitud del nosotros. Esa es la complejidad de la relación de pareja, a la par que su grandeza.
Todo empieza con la ilusión y el deseo de crear un proyecto conjunto, en el que cada uno de los dos se sienta un ser completo en sí mismo y decida libre y amorosamente unirse al otro para hacer girar su universo particular de manera armoniosa. Pero, ¿qué pasa cuando esa armonía desaparece? Cada miembro de la pareja afronta ese periodo de problemas de manera diferente. Hay muchos factores que explican esa diversidad: la madurez emocional, la habilidad para gestionar los momentos difíciles, la felicidad personal…
Cada persona o pareja que acude a mi consulta de Sitges para hacer terapia de pareja viene, como me gusta decir, con su mochila de experiencias a cuestas. Y os puedo asegurar que cada una de esas mochilas tiene un contenido único e irrepetible. En la mayoría de las situaciones que he compartido con mis clientes, no se trata del fin de la relación, todo lo contrario. Podría decirse que se está ante un punto de inflexión, un cambio que viene marcado porque la pareja en su conjunto deja de aportar las dosis de afectividad, emoción, seguridad, goce sexual, etcétera, en la que se fundamentó en su día la relación. Y esa es la clave para salvar la relación: la importancia de estar en paz con el pasado y la necesidad de revisar qué parte de responsabilidad tiene cada uno en los conflictos que se viven para renovar el compromiso de crecimiento personal que mejore la relación.
Comparto con vosotros, como hago siempre, unas cuantas ideas positivas para fortalecer la relación de pareja.
• Aprendamos a utilizar las crisis y conflictos para aprender más de nosotros mismos.
• Reconozcamos que la felicidad depende de nosotros mismos.
• Pensemos que siempre hay que compartir.
• Dediquemos tiempo específico a la pareja.
• Veamos las crisis de pareja como una oportunidad para mejorar nuestra relación.
Pensad que los especialistas en temas de pareja os pueden ayudar a desbloquear las situaciones de crisis y contribuir a crear espacios de reflexión en vuestra relación para que la superación del conflicto sea efectiva.
¡Amor para todos y un fuerte abrazo!
Salomé Cosculluela
(Asesoramiento periodístico: Francesc Vázquez)