Estos días ando reflexionando sobre el miedo porque en mi ciudad, Sitges, se celebra un prestigioso festival internacional de cine especializado en el género de cine fantástico y de terror. Las calles del centro están vestidas  con reclamos continuos hacia el festival, así que es inevitable toparse con King Kong, imagen del festival, a cada paso.

Salgo de casa y me voy encontrado los escaparates de las tiendas llenos de telarañas, brujas, monstruos, sangre, momias, escenas terroríficas,etc. No puedo evitar pensar que somos una sociedad muy curiosa. Paradójicamente sufrimos más que nunca en la historia malestar por miedos diversos que nos causan muchos problemas de ansiedad y, por otro lado, nos sentimos atraídos por todo aquello que nos despierta miedo.

De hecho, muchas personas incluyen en sus momentos de ocio actividades que llevan asociado el miedo. Desde los parques de atracciones más extremos, pasando por las series de zombies, hasta los deportes de riesgo, por decir algo ¿el miedo hace disfrutar? !Pues parece que sí! De hecho los amantes del miedo son muy fieles y repiten y buscan continuamente situaciones que les lleven a sentir todo eso que produce el miedo: corazón acelerado, adrenalina a tope, intensidad…, les divierte.

Entonces deduzco que el miedo asusta y fascina. Las dos cosas. Justamente porque asusta, produce fascinación. Si nos dejara indiferentes, no nos atraparía. La química que se produce en nuestro cerebro en una situación de miedo, sea real o imaginaria (el cerebro no sabe discriminarlo) nos produce algún efecto seguro, y algunos, como somos de naturaleza adictivos, se enganchan. Si es por diversión, me parece genial.

Además, mis reflexiones me llevan a pensar en el terror psicológico en el que viven algunas personas cotidianamente. Ese debe ser el peor porque se suele vivir en las paredes del hogar, en el lugar de trabajo o en las aulas, todos ellos lugares que, a priori, son espacios seguros. Uno de los problemas psicológicos que provoca este terror es la indefensión aprendida. Es esa sensación de que no hay escapatoria y que no puedo hacer nada por salir de allí. Este tipo de miedo, es el más perverso, sádico, cruel y sofisticado de todos.  Es muy potente y causa mucho daño.

Ahora me doy cuenta que podría extenderme mucho hablando de todo esto, relacionándolo con los psicópatas, y el grado de psicopatía de nuestra sociedad, de la falta de empatía, de la manipulación por el miedo, de las imágenes catastróficas, de la ansiedad y los ataques de pánico por miedos anticipados y por exceso de control, de la depresión… muchos temas que son colaterales porque la salud de las personas es una cuestión integral que engloba lo físico, lo mental, lo emocional, lo espiritual, lo social y lo sexual.

Y como me encanta el cine, como considero que un festival de cine es como un museo, a la pintura, pregunto ¿hay algún festival dedicado al género del amor? Si es que sí, ¡quiero ir!