Estos días España entera ha estado conmocionada por la desaparición y, finalmente, desgraciada muerte de Gabriel Cruz, un niño de 8 años de la localidad de Níjar. Durante este tiempo hemos ido viendo como sus padres, Ángel y Patricia, han mostrado un amor más allá del amor de pareja, ya que se separaron, y creo que eso fue cuando su hijo tenía 2 ó 3 años.

Esta expareja ha mostrado con su comportamiento, a mi parecer, varias cosas que me parecen destacables como ejemplo del buen amor, sí, porque se puede querer bien estando en pareja y estando separados.

Ellos se han mostrado siempre unidos por el bien común: su hijo. Han unido sus fuerzas y han sido empáticos el uno con el otro al reconocer el dolor del otro como sólo ellos podían hacerlo.

No ha habido rencor o resentimiento durante todo este tiempo. No hemos visto ni una sola fisura en el trato que se han procesado. No han transcendido reproches o diferencias personales que pudieran debilitar la fuerza que necesitaban para seguir con esperanza.

Han estado en contacto físico continuamente. Se han tocado mucho. Las manos entrelazadas, el brazo sobre el hombro, la mano sobre la rodilla. Todo ello gestos que dicen: «estoy aquí, a tu lado, contengo tu dolor, lo siento, estamos juntos en esto, aquí me tienes».

El lenguaje no verbal nos dice mucho más de lo que siente la persona que tenemos delante que las palabras que salen de su boca. Y justamente en ellos hemos visto mucha coherencia entre lo que sentían, pensaban y decían y, sobre todo, hemos visto el profundo respeto y amor que sienten el uno por el otro. No ha habido ni un solo gesto feo, ni un solo desplante o desprecio.

No sabemos cual ha sido su historia de amor y porqué terminó, pero lo que sí que sabemos es que a pesar de no ser pareja ya, dos personas que se han querido, que los dos son adultos evolucionados y maduros con un alta catadura moral, pueden quererse bien tras la ruptura y estar fuertemente unidos dejando de lado sus egos, por una causa mayor.

Me ha parecido un ejemplo de expareja que ilustra lo que muchas veces intentamos trabajar quienes estamos en contacto con personas que acuden a terapia de pareja. Salvar la relación cuando es posible o separarse bien cuando es la única salida. Y es que tan importante trabajar para mejorar aquellos aspectos que han hecho que la relación esté en peligro para poder seguir adelante, como ayudar a que la separación pueda hacerse de la mejor manera para todos, cuando es el final.

Me interesaba mucho destacar lo que he ido observando estos días en esta pareja porque creo que hay que abrir el debate sobre lo que podemos hacer para ayudar a que las separaciones y divorcios coloquen el foco en el bien común y se apoyen en el respeto hacia el otro. Este sería un logro social de gran alcance, ojalá vayamos entre todos hacia ello.