Las palabras curan

SINGLE

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Tras el término «single» hay un movimiento social que ya goza de identidad propia lejos de lo que antes solíamos entender como solteros o solterones. Hoy en día, no es ningún estigma negativo vivir sol@, viajar sol@ o llenar del carro del super de los mini envases que la industria alimentaria comercializa para 1 persona, al contrario, parece que auto proclamarse single genera orgullo y un código común entre los iguales para reconocerse.

La pregunta es obligada: ¿single por elección o por obligación? … no es lo mismo ser single a los 22, a los 35 o a los 43 años.

A los 22 no tener pareja estable es lo más común, casi nadie, a esa edad desea estar emparejado al estilo formal y clásico. Hay mucho por vivir y por experimentar. Las experiencias amorosas se suceden y son tan volátiles que algunas sólo duran una noche (o un rato) . No pasa nada, hay tiempo. Todavía no se busca «la pareja», queda lejos.

A los 35 la cosa cambia y sobre todo cambia por una cuestión de género. No es lo mismo ser single femenino que masculino, es decir no es lo mismo ser soltero que soltera. Si se han pasado los años anteriores sintiendo que algo mejor está por llegar, se habrá saltado de relación en relación, viviendo de pleno eso que el sociólogo Zygmunt Bauman  llama «amor líquido» caracterizado por la superficialidad, fugacidad y falta de compromiso en el vínculo. Las mujeres además empiezan a sentir la presión del tiempo para poder ejercer la maternidad. Empiezan las prisas por encontrar pareja estable. Podríamos decir que muchas (y muchos) quieren dejar de ser singles. Algunos se ponen activamente a buscar y muchos de ellos consiguen emparejarse de forma estable.

Si a los 43 se está sól@ por obligación y no por elección, la cosa se complica. Se siente ya el peso del pasado y todas las relaciones fallidas caen como una losa. Un@ se pregunta qué ha hecho mal, qué ha fallado… se puede caer en el desánimo fácilmente y cerrarse más en un@ mism@. la soledad suele ser uno de los sentimientos que más sufrimiento y malestar causa. El deseo de estabilidad emocional y afectiva es una de las características de esta edad. Sin embargo es un etapa de la vida en la que conviene valorar otros aspectos y no hacer una valoración única del éxito o fracaso vital en función de si se tiene pareja o no.

¿quiero vivir mi vida vinculándome afectivamente con mis amigos y familia pero con nadie en particular de forma íntima y permanente o quiero vivir mi vida vinculándome afectivamente con mis amigos y familia y además con una persona de forma íntima y permanente?

Se honesto contigo mism@. Si la segunda opción está más acorde con tu proyecto vital, ponte en marcha. Revisa tus creencias, recuerda los mandatos de tu infancia, fíjate en la relación de tus padres, repasa tus experiencias anteriores, toma consciencia de quien eres y empieza a sentir que puedes amar y amar-te.

Si no puedes tú sol@ busca ayuda.

admin_salomeSINGLE

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