Las palabras curan

CONFIANZA ES LA PALABRA

Confianza  es lo que necesitamos en estos momentos más que nunca. Confiar en muchas cosas, desde lo más abstracto a lo más concreto. Confianza en la especie humana, confianza en nuestra sociedad, confianza en uno mismo. Confianza en la política y los políticos, confianza en la justicia y los jueces, confianza en la sanidad y los médicos, confianza en la economía y los mercados, confianza en los emprendedores y empleadores, confianza en nuestra capacidad para superar las adversidades …uf! uf!…se hace francamente difícil confiar, ¡los ímputs informativos que recibimos son tan negativos!


A pesar de esta convulsión continua, a la que nos tienen acostumbrados los noticieros, hagamos uso de la razón. La razón es la que nos puede ayudar a sobrellevar el escalofrío paralizante que recorre nuestro cuerpo cada vez que otra noticia sobre cifras de paro, violencia machista, recesión económica, catástrofes, atentados o cualquier tipo de desgracia,  aparece en portada con grandes titulares. La razón nos puede ayudar a reflexionar sobre lo que podemos mejorar para empezar a desprendernos de este manto pesado y oscuro de la «crisis» que nos cubre a todos. Uno a uno, cada uno de nosotros podemos hacer uso de la capacidad de introspección para revisar esta caída libre a la que parecemos abocados  sin remedio y agarrarnos a la confianza como medida de seguridad.

En psicología sabemos que la falta o perdida de confianza genera estados mentales que causan un gran malestar: desesperanza, abatimiento, impotencia, decepción, inhibición, anhedonia, miedo. etc. Todas estas emociones negativas contribuyen a tener una percepción de satisfacción con la vida muy baja, por lo tanto sufrimiento vital.

Por eso apelar a la confianza es un ejercicio imprescindible hoy en día. Como sociedad no podemos avanzar sin antes generar un clima de confianza en el otro, en los demás. Y como sujetos no podemos vivir sin confiar en el prójimo.
La confianza es una emoción tan frágil y a la vez tan valiosa que cuando se rompe y se pierde cuesta muchísimo recomponerla y nunca más quedará intacta, por tanto, para cultivarla y mantenerla , un estado mental activo, que nos conduzca a la acción, a actuar, es mucho más saludable que una actitud de espera pasiva a que todo mejore.

Confiar es sólo una de las actitudes necesarias para salir adelante. Necesitamos también optimismo, esperanza, ilusión, amor etc, pero sin confianza todo parece inútil. Así qué, mírate al espejo y repite conmigo: «confío en mi, confío en ti, confío en nosotros!».

Aquí teneis unas reflexiones muy interesantes de tres hombres sabios que hablaron justamente sobre la confianza, curiosamente mientras yo estaba preparando este post. Es en catalán, ellos son Xesco Espar, Álex Rovira y Sebastiá Serrano.
http://www.tv3.cat/divendres/videos

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